lunes, 14 de diciembre de 2009

En la Mexico: Categórico triunfo de El Fandi

Foto. EFE

(cronica.com.mx.). David Fandila El Fandi se alzó como triunfador de la sexta corrida de la Temporada Grande en la Plaza México al cortar la única oreja de la tarde, merced a un trasteo muy completo, tanto con el capote, como con las banderillas y la muleta. Aunque se pensaba que la entrada sería mala, pues el cartel no ofrecía mayores garantías en el papel, aproximadamente seis mil personas se dieron cita en el coso de la Nochebuena para presenciar un festejo por demás interesante, que reunió a tres toreros de distinto corte y del que resultó triunfador el espada ibérico.


En tarde templada, sin viento, se lidiaron toros de don Javier Garfias y San Isidro. El mejor de la corrida, con mucho, fue el lidiado en tercer lugar, de San Isidro, y cuyos despojos debieron merecer el honor del arrastre lento, pero al obtuso juez Cardona, el detalle, como sucediera hace un par de semanas con un astado de Xajay, le pasó de noche. El resto de la corrida dejó mucho qué desear, pues su juego osciló entre la sosería y el peligro.


Después de algunos años de ausencia, reapareció en el máximo escenario el tlaxcalteca Rafael Ortega. Enfrentó en primer lugar a “Agradecido”, de San Isidro, astado de poca transmisión al que toreó bien por momentos Rafael, cuando encontró acomodó con la muleta. Había invitado a banderillear al Fandi y entre los dos cubrieron un segundo tercio espectacular. Rubricó Rafael su faena con una estocada dando el pecho que le costó un arropón de órdago que terminó por mandarlo a la enfermería con un tremendo golpe en el pecho y un tajo enorme en la oreja izquierda. Afortunadamente, Rafael se repuso pronto del percance y salió al ruedo para estoquear a su segundo enemigo, “37 Aniversario” de nombre, y el cual llegó a la muleta apurado de facultades, soso y sin transmisión. Con el pundonor que lo caracteriza, Ortega le echó afición y consiguió robarle pases aislados de mucho mérito.


También volvió a la México Manolo Martínez hijo, quien pechó con el peor lote del encierro. Su sola presencia en el embudo metropolitano causó expectación entre los asistentes, pero desafortunadamente las buenas intenciones de Manolo se estrellaron ante la falta de nobleza, clase y bravura de sus toros. “Tres Luceros” era incierto y miraba mucho. Sin arredrarse, Manolo le plantó cara, aguantando a pie firme las tarascadas y malas miradas del ejemplar garfeño. “Mal Agradecido” (desde el nombre estaba mal) fue precisamente eso, un toro que no humillaba y se quedaba muy corto por los ambos pitones.


El Fandi, pleno de facultades, atlético, tuvo su mejor tarde en la México desde su debut hace ya algunos años. “Guadalupano”, toro de extraordinaria clase de San Isidro, apareció en tercer lugar y ante él, David bordó el toreo en los tres tercios. Reposado anduvo con el capote, espectacular con las banderillas y templado con la muleta. La faena tuvo un gran calado en el tendido porque el coleta ultramarino entendió a cabalidad las nobilísimas embestidas de su antagonista. Remató la obra con una estocada hasta la bola y aún cuando el público pidió con insistencia dos orejas para El Fandi, el protagónico juez Miguel Ángel Cardona sólo otorgó una, amén de que no ordenó, el arrastre lento para los despojos del burel. “Payasito” era soso y deslucido, por lo que David, aún esforzándose al máximo, no pudo obtener un segundo triunfo.

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